El fantasma de los aranceles quedó superado, al menos por ahora, tras la plática respecto a los avances de la estrategia contra la migración ilegal entre el canciller Marcelo Ebrard y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, quien visitó México el 21 de julio.
Tanto el 1 como el 5 de julio el presidente Donald Trump reafirmó sus felicitaciones a México por el trabajo realizado en las últimas semanas en la lucha contra la migración ilegal. Entre enero y junio entraron más de 460 mil migrantes a México, el doble de todos los del 2018, y menos de un 25% de ellos se presentó oficialmente ante las autoridades mexicanas.
Tan solo en junio el gobierno de México detuvo a 29,153 personas (350% más que en enero). Del otro lado de la frontera, las autoridades estadounidenses detuvieron ese mes a 104,344 ilegales (28% menos que en mayo). El 11 de julio, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, publicó sus “Declaraciones de Clima de Inversión 2019” y en lo que se refiere a México mencionó la preocupación de los inversionistas respecto a las acciones del gobierno de López Obrador en el sector energético. El 14 de julio el gobierno norteamericano inició una serie de redadas contra migrantes ilegales.
Los resultados de estas redadas fueron nulos. El gobierno mexicano anunció que a través del programa “Sembrando Vida” entregará apoyos por hasta $5 mil pesos mensuales a los migrantes, además de darle 90 millones de dólares a los países de Centroamérica para proyectos que disminuyan la migración.
El 27 de julio Estados Unidos firmó un acuerdo de tercer país seguro con Guatemala, lo que implica que los centroamericanos deberán pedir asilo y esperar la resolución de su trámite mientras permanecen en territorio guatemalteco y no en México o en Estados Unidos.
