Artículo Por: Rocío Flores Rodríguez
29/enero/2021
En el mes de enero México llego a la cifra récord de 155,145 decesos por causa del COVID-19, superando a la India y solo por debajo de países como Estados Unidos y Brasil.
Si recordamos las declaraciones de Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en México, durante el mes de noviembre de 2020, en el que manifestó que la cifra hasta ese momento histórica de 101,104 muertes era “inusual” y respaldada por situaciones desfavorables tanto en el país como en el mundo, pues no se tenía ningún antecedente en nuestra sociedad de alguna enfermedad infecciosa, o aguda que pudiera tener una propagación tan rápida.
En consecuencia, durante los meses de diciembre y enero se registraron un total de 54,041 decesos registrados por esta enfermedad, sin que a la fecha haya una respuesta alentadora para minimizar los riesgos, vaya en el país aún no es obligatorio portar cubrebocas, la cobertura de la vacuna contra la influenza -un virus más letal, pero menos infeccioso y con vacunas probadas- es apenas del 62%, según datos proporcionados por el Director General del Epidemiología de la Secretaria de Salud, José Luis Alomía Zegarra, aunado al retraso en la aplicación de la vacuna COVID-19.
En el mismo orden de ideas, el proceso de vacunación de COVID-19 ha resultado un caos, por decir lo menos, comenzó el pasado 25 de diciembre de manera sumamente lenta, hasta la fecha se han gestionado un total de 766,000 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNtech, de las cuales solo se habían administrado 618,768; apenas 20,600 aplicaciones diarias en promedio, cuando el 23 de diciembre de 2020, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, comunicó que se iniciaría un proceso periódicas que sumarían 1.4 millones al 31 de enero del año en curso, es decir, pasado mañana.
El convenio que se firmó con Pfizer es de más de 34 millones de vacunas y, entonces habrá el abasto suficiente para el plan de vacunación que ha desarrollado el sector Salud del Gobierno de México, declaraba también, pero no se contaba con que el 18 de enero la farmacéutica retrasara el envío de vacunas hasta el 15 de febrero, contando con un 50% de las dosis programadas para esa fecha, el motivo según personal de la empresa fue la remodelación de su planta en Bélgica.
El inicio de la primera vacunación masiva en el mes de enero, dirigida a los profesionales de la salud, de hospitales públicos, se ha caracterizado por retrasos, largas filas y anécdotas de personal de salud frustrado por la metodología. Los “Servidores de la Nación”, que formarán parte de las Brigadas Correcaminos que se desplazarán por el país, no han ayudado a hacer más eficiente el proceso, pues de cada 6 integrantes solo 2 las administran, situación que resulta por lo menos sospechosa e ineficaz, esto junto con la promesa que al mes de marzo serán 12 millones de adultos mayores vacunados, muy difícil de cumplir según muestran las estadísticas.
Una luz en el camino es la compra de la vacuna rusa Sputnik V, de la cual se espera un envío de 200,000 dosis la próxima semana, de un total de 33 millones de dosis, mismas que serán para personas que no cuenten con seguridad social, según lo declaró Juan Antonio Ferrer, director del Instituto de Salud para el Bienestar, la efectividad y las fases de prueba necesarias para su aplicación son otro tema delicado que abordaremos en otro artículo.
(Foto: Moisés Pablo/Cuartoscuro.com)
