La amenaza pública del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de los jueces que están deteniendo su Reforma Eléctrica en la que incluso pretende cambiar la constitución si el poder judicial no se somete a la voluntad presidencial es un síntoma más del verdadero objetivo de la Cuarta Transformación, destruir la democracia mexicana.
Durante meses muchos analistas políticos han buscado una lógica en las decisiones presidenciales, esta solo se puede encontrar en el momento en el que soltamos la idea de que nuestro actual régimen es democrático y observamos que solo hay tres cosas que puntualmente les interesan:
-Concentrar el poder político y el dinero público en la presidencia
-Mantenerse en el poder a toda costa
-Acabar con las instituciones que le puedan limitar
Estos son los ejes rectores de todas las decisiones que se toman en Palacio Nacional. Si algún proyecto apoya a estos objetivos entonces va para adelante, si no, entonces se detiene.
Como ejemplo encontramos los siguientes proyectos de ley. El de la Reforma Eléctrica, que responde al interés de captar más recursos generando un nuevo monopolio estatal del sector energético; el ataque a los organismos autónomos del Estado para concentrar el poder político en la figura presidencial; o los proyectos del nuevo Aeropuerto de Santa Lucía o el del Tren Maya, cuyos ingresos serán íntegros para los militares que tanto criticó como candidato. Estos últimos están ahí para afianzar su poder, si no es así ¿para qué sacrificar esos recursos que tanto le urge tener? Mantenerse en el poder no necesariamente quiere decir que siga en la silla presidencial al terminar su sexenio, aunque podría estar construyendo ese escenario, más bien significa que su proyecto viva y él continúe teniendo una influencia en la vida política del país, algo así como el triunvirato de Plutarco Elías Calles.
Es por esto que otros temas como la falta de medicinas para los niños con cáncer o el desarrollo económico del país hoy no importan, porque no entran en estos indicadores de corto plazo.
La amenaza de hacer un cambio en la constitución si se mantienen los amparos son un intento del poder ejecutivo de controlar las decisiones y romper la independencia del poder judicial, esto en un escenario donde ya cuenta con el control del poder legislativo. Entonces hay que preguntarnos ¿cómo puede haber democracia en un país donde no exista división de poderes? La respuesta ya la conocemos, ya la vivimos por más de 70 años y es: no puede haber democracia en un régimen de presidencia absolutista.
En la opinión pública, todo esto se opera gracias a su red de comunicadores, medios de comunicación, bots en redes sociales y su ejército de “servidores de la nación” que sirven para amplificar sus mensajes y tratar de manipular a la población. Destaca por ejemplo que en el instante en que dio a conocer su carta contra los jueces un ejército de bots y trolls, en Twitter principalmente, comenzó a inundar las redes con el hashtag #FueraJuecesCorruptos.
El impacto de este hashtag fue de 24,126 menciones que generaron 59,840 interacciones y tuvieron un alcance aproximado de 75 millones de usuarios. Su tiempo de vida como trend o tendencia en Twitter, fue escasamente de una hora. Además de que la mayoría de la actividad de estas cuentas fue la de dar RT, 63% de ellas, a las más grandes. Por supuesto el sentimiento es 93% negativo para los jueces y solo 7% positivo. Para generar este trending topic participaron 6,675 cuentas de Twitter.
Es importante decir, aunque parezca insignificante en medio de todo lo que hemos hablado, que claramente infringieron las normas de Twitter al hacer uso de una “automatización maliciosa con el objetivo de socavar o interrumpir la conversación pública, tratando de lograr que un tema se vuelva tendencia” y al “amplificar artificialmente conversaciones en Twitter, incluyendo la creación de múltiples cuentas”, como dice en las normas de comunidad de esta red social, por lo que vale la pena preguntarse si la popular plataforma va a tener el piso parejo para todos los temas y actores políticos o solo para algunos.
Por supuesto no todo fue Twitter, también hubo gran movimiento en Facebook a través de grupos privados y públicos en esta red, además de varios medios como Regeneración de Jesús Ramírez, vocero de la presidencia, y La Jornada que no solo reportaron la nota, sino que apoyaron la postura presidencial. A los que se suman varios blogs y los ya conocidos youtubers de la 4T que se subieron al tema. En resumen, se movió todo el aparato digital y en grande para este tema.
La opacidad en la rendición de cuentas y revivir la “partida secreta presidencial” les permite financiar todo esto sin ninguna fiscalización.
La Reforma Eléctrica es prácticamente una expropiación en busca de generar un monopolio como el que tuvo Luz y Fuerza en la época del presidencialismo autoritario para evitar que los usuarios y la industria compren o generen sus propios insumos energéticos. Tiene muchas consecuencias, entre ellas, algunas que ya hemos visto como los apagones y los cortes en el servicio, el encarecimiento de este insumo y por lo tanto de todo lo que se produzca en el país y que necesite luz, también afectará la total dependencia del Estado como único proveedor, en este punto recordemos que los monopolios se usan con fines políticos para controlar a la población o a la industria; la contaminación del medio ambiente ya que no se usarán energías limpias para generarla, el atraso en los avances tecnológicos del país y la pérdida de competitividad, el rompimiento de varios acuerdos y contratos internacionales que costarán mucho más a nuestros impuestos igual que lo ocurrido con el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y la consecuente pérdida de certidumbre para los inversionistas nacionales y extranjeros que preferirán llevar su dinero a otros países con más certezas.
Parece que regresar a un 1984, como el de George Orwell, es posible pero mucho más caro de lo que nos imaginamos.
Del autor: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/jesus-delosrios/la-4t-quiere-regresar-a-1984
