A poco más de tres meses de asumir el cargo como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la figura de Claudia Sheinbaum no termina de brillar con luz propia.
Dos podrían ser las causas de tal desempeño, que incluso podría calificarse como gris. El primero es la cercanía y en algunos casos sometimiento de la Jefa de Gobierno a la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El segundo es el tiempo destinado por Sheinbaum para criticar, descalificar y señalar los errores de las administraciones pasadas, en lugar de cimentar las bases de sus programas de gobierno.
Y es que acciones como la cancelación de la Fórmula 1 en la Ciudad de México argumentando que el presupuesto destinado para ese evento, que por cierto genera una nada despreciable derrama económica para la capital, sea reasignado para la construcción del Tren Maya impulsado por el gobierno federal da cuentas del cómo Claudia Sheinbaum antepone los intereses de su mentor político por encima de los auténticos intereses de la población a la cual gobierna.
Por otro lado, tanto la jefa de Gobierno, como sus subalternos han demostrado una extraordinaria capacidad para el diagnóstico: señalando problemas de corrupción en diferentes áreas de gobierno, fallas en el transporte público, en materia de seguridad pública, etc., por supuesto achacando todo el problema a gobierno anteriores; pero sin entrar a fondo en las soluciones que la población reclama.
Además resulta irónico, por decir lo menos, la estrategia por parte de las autoridades capitalinas encabezadas por Claudia Sheinbaum de señalar los errores de administraciones pasadas, pretendiendo con ello marcar una diferencia, sin tomar en cuenta que son los mismos funcionarios de gobierno, los mismos rostros, las mismas políticas públicas, nada más que ahora bajo un Partido Político diferente.
Por mientras, en tanto los conflictos fratricidas son cosa de todos los días en la Ciudad de México, sus habitantes siguen sin conocer, a 100 días, cuáles han de ser las acciones, las estrategias y los programas más importantes que impulsará este gobierno en beneficio para todos.
Al respecto, la activista social de la Ciudad de México, Lorena Osornio hace referencia a un estudio elaborado por el Observatorio Ciudadano de las políticas de la Ciudad de México, en el marco de los 100 días de gobierno, donde da cuentas de que 67% de los entrevistados, es decir, dos de cada tres personas, dijo sentirse más inseguro en la capital en relación con noviembre de 2018.
Otro dato revelador es que este mismo porcentaje de encuestados mencionó que su situación económica ha empeorado respecto al mismo punto de referencia.
Pero no sólo eso, 63% de los citadinos menciona que nuestra ciudad ha perdido calidad de vida en tan sólo 100 días de la presente administración.
Los retos son enormes para la Jefa de Gobierno, quien no debe olvidar que el movimiento que ella encabeza en la capital es fruto en gran medida del hartazgo social hacia un modelo caduco y lleno de corrupción.
La sociedad exige paz, seguridad, transparencia y un combate frontal a la pobreza. Los capitalinos no quieren la figura de un Regente para la ciudad de México, ante bien exigen un titular del ejecutivo local con la capacidad y energía para dar un vuelco a los grandes problemas de la ciudad. Claudia Sheinbaum tiene la obligación de escuchar ese llamado.
@yoinfluyo