Ante la crisis migratoria y la necesidad de darle una solución al tema, Estados Unidos ha decidido optar por medidas que ayuden a disminuir el flujo de personas en la frontera sur de México, así como la implementación de un tercer país seguro para los refugiados centroamericanos.
Durante los últimos días, la comisión norteamericana, encabezada por Kevin McAleenan, secretario de Seguridad Interna, ha mantenido diálogos con representantes de Honduras, El Salvador y Guatemala, con el fin de convertir a este último en una opción viable para las personas que han solicitado asilo en Estados Unidos.
¿Un tercer país seguro?
El fenómeno migratorio en América Latina se ocupó los titulares de las noticias desde que Estados Unidos recrudeció sus políticas, principalmente con el flujo de personas en su frontera con México, a tal grado de amenazar con la cancelación del entonces TLCAN y el aumento en los aranceles a los productos importados desde nuestro país.
Con el fin de mantener la estabilidad económica y las negociaciones con la nación norteamericana, México se comprometió a aplicar medidas contundentes con el fin de frenar el flujo de personas ilegales que atraviesan el país con el fin de llegar a los Estados Unidos.
Y dentro de estos esfuerzos se ha buscado dar refugio a estas personas en México, Estados Unidos y ahora con las nuevas pláticas, se espera que Guatemala se sume como un ‘tercer país seguro’ para recibir a los migrantes.
Pese a parecer una medida adecuada, existen varios factores que evidencian que ni México ni Guatemala están preparados para responder a las necesidades de los migrantes.
Durante los días anteriores, diversas organizaciones internacionales no estatales han realizado diversas advertencias en las cuales postulan que los dos países en cuestión no cuentan con los recursos y condiciones que les permitan considerarse como un ‘tercer país seguro’.
Y es que, de acuerdo con el pronunciamiento emitido en Costa Rica por varias organizaciones como Amnistía Internacional, Aldeas Infantiles y la Casa del Migrante, en caso de que los migrantes se quedaran en México y Guatemala, estarían expuestos a inseguridad y vulnerabilidad.
Ni México ni Guatemala son seguros
Pese a que nuestro país ha implementado el programa ‘Quédate en México’, la realidad es que los centros de detención no pueden garantizar el bienestar de las personas dentro de ellos.
Aunque no se sabe a ciencia cierta las condiciones en las cuales se encuentra Guatemala, el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados remarcó el hecho de que este país no cumple con lo necesario para convertirse en un ‘tercer país seguro’.
Aunado a esto, en días anteriores el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desplegó 6 mil elementos de la guardia nacional a la frontera sur con el fin de disminuir el flujo de personas que pasan de manera ilegal, decisión que no fue del todo bien recibida por parte de la sociedad, ya que se teme que las fuerzas enviadas lleguen a violar los derechos humanos de los migrantes.
Aunque aún no existe ni un acuerdo formal entre Estados Unidos y Guatemala, es cierto que las pláticas para convenirlos en un ‘tercer país seguro’ ya están en marcha, y será fundamental que la decisión tomada pueda beneficiar no responda sólo a los intereses del gobierno norteamericano, sino que de igual forma beneficie la situación de los migrantes.