El sector patronal del país calificó como “una política regresiva” el delegar labores de la economía (aduanas y puertos) que no le competen a las Fuerzas Armadas, cuando los cuerpos militares deberían estar enfocados completamente a la lucha contra la inseguridad y resguardar el orden.
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que las secretarías de Defensa Nacional y de Marina tomarán el control de los puertos y las aduanas del país, para combatir el tráfico de drogas, armas y dinero, así como la corrupción, Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), se pronunció porque “la participación de las Fuerzas Armadas en las tareas de la administración pública ajenas a su naturaleza esencial, debe ser subsidiaria y temporal”.
Ante la actual coyuntura, en la que el fomento al comercio internacional será clave como elemento reactivador en el proceso de recuperación económica post Covid-19, como los que ya han entrado o entrarán en vigor en fechas próximas, importantes tratados de libre comercio, como el T-MEC o el TLCUEM, la Coparmex estará atenta a conocer el programa anunciado.
“Hasta cuál nivel de operación será la participación de las Fuerzas Armadas en el control de los puertos y las aduanas del país, si la rotación será sólo entre los altos y medios mandos, o si también se sustituirá al actual personal operativo”, estableció.
A través de un comunicado, el dirigente empresarial refirió que en una democracia madura, con gobiernos civiles, a las fuerzas armadas no deben delegarse de forma definitiva tareas sustanciales de la economía y de la gobernanza en los cuerpos militares. “Hacerlo, implica una regresión política al primer decalustro del Siglo XX”.
Las Fuerza Armadas sumarán una tarea más a sus múltiples asignaciones dentro de la Administración Pública Federal. Ahora ya no se encargarán sólo de tareas de seguridad, combate al robo de hidrocarburos, control de la migración, construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y de sucursales del Banco del Bienestar, también lo harán de las aduanas y de los puertos.
Por ello, la Coparmex planteó acciones claras de parte de las autoridades federales, para que los vínculos entre la delincuencia organizada y el personal de aduanas de los cruces fronterizos y puertos se rompan. “Esto puede implicar cambios y rotaciones en el personal, así como dotarlos de seguridad, a ellos y a sus familias, ante las amenazas que seguramente reciben”.
Fuente: eleconomista.com.mx