El poder ciudadano activo logra que se creen los equilibrios necesarios gracias a los cuales el país puede transitar hacia el bienestar y la prosperidad.
El primero de diciembre inició una nueva etapa en la vida política del país, al convertirse Andrés Manuel López Obrador en el presidente número 63 de la República Mexicana, gracias al poder ciudadano que le fue otorgado en las urnas en julio pasado.
Ante este evento de gran envergadura, el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPOS), en conjunto con la Fundación Konrad Adenauer, llevaron a cabo el foro Agenda Ciudadana, Responsable y Participativa, en la que se analizó el actual panorama político, así como las perspectivas del próximo gobierno y la importancia de que los integrantes de la sociedad civil sean protagonistas, y no meros espectadores en esta fase que está por venir.
Si bien es cierto que la máxima autoridad en el país es depositada en el Jefe del Ejecutivo, es importante recordar que el poder que recibe emana de la ciudadanía y es a esta a la que, como Presidente, debe servir con esmero y ahínco, a fin de que la paz, la libertad y las oportunidades sean realidades cotidianas para todos los mexicanos.
Hay que subrayar que el poder no se concentra en una sola persona, y que es fundamental que el poder ciudadano esté presente los 365 días del año de los próximos seis años, para lograr los equilibrios que permitan que el país transite hacia el bienestar, la solidaridad y el progreso.
Transformar las duras realidades que hoy se viven en el país no se logra con magia, por lo que es irreal pensar que el gobierno, con solo mover una varita mágica y decir unas palabras, tenga el poder y la capacidad de desaparecer las situaciones que laceran a millones de mexicanos en lo económico y lo social.
La construcción del bien común es una tarea que requiere de apertura por parte de las autoridades, de respeto a las instituciones y al orden natural. Es un estado donde se da cabida a la pluralidad de ideas para la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad, sin que estén dirigidas ni supeditadas a intereses de grupos, ideologías, o intereses políticos.
Quienes formamos parte de la sociedad civil tenemos una cita con la historia, un compromiso generacional en el que debemos poner manos a la obra para salvaguardar y recuperar los valores que hemos descuidado, y por los cuales se ha roto el tejido social. Parte fundamental de nuestro quehacer es actuar en lo cívico y lo social, para desde ahí ser el contrapeso sano que requiere el país.
Es por ello que el CEPOS y la KAS promueven un ejercicio ciudadano constante de vigilancia, análisis y acción en torno a temas como el desarrollo democrático del país, economía, educación y agenda juvenil.
Los verdaderos cambios de un país surgen desde la sociedad civil. El tiempo de actuar de la población organizada es inminente e inaplazable, es la hora del poder ciudadano, es el momento de mirar hacia adelante y dar pasos firmes al frente. Detenerse es retroceder, y dejar esta importante tarea sólo en manos del gobierno es dejar las cosas a medias.
Ayúdanos a generar una agencia ciudadana, responsable y participativa.