Las castigadas son las aerolíneas, quienes debido a esta clasificación no podrán tener nuevos destinos en Estados Unidos.
El pasado martes la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), degradó a la autoridad aérea de México a Categoría 2 -aquí hay que hacer una primera precisión, esta degradación es al gobierno de México y se debe a una mal entendida y peor aplicada política de austeridad y a la necedad de quitarle independencia a las instituciones del Estado para realizar los proyectos faraónicos de la actual administración, aunque las castigadas son las aerolíneas.
¿Cómo fue que llegamos a esto? La FAA realiza de manera rutinaria una auditoría para determinar si los países que tienen vuelos a Estados Unidos cumplen con los estándares de seguridad. Según información de Darío Celis, el gobierno de México cambió a los experimentados directivos y personal de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), encargada de regular el sector en México, por otros con evidente menor conocimiento, y todo ocurrió ¡mientras se llevaba acabo la auditoría!
Según informó la propia FAA la Categoría 2 se refiere a que las leyes o regulaciones del país carecen de requisitos necesarios para supervisar a las compañías aéreas para que eétas puedan estar a la altura de las normas internacionales mínimas de seguridad o que la autoridad carezca de experiencia técnica, personal, antecedentes de mantenimiento, procedimientos de inspección o problemas de seguridad.
Esto último es lo que pasó con la llegada del gobierno de la 4T, la AFAC, como muchas de las instituciones en este sexenio, perdió independencia para que el Ejecutivo pudiera disponer de su presupuesto, se removió a sus directivos y se puso a un militar a dirigirla; de hecho uno de los puntos que se evalúan es si el organismo regulador cuenta con suficiente independencia del gobierno central para no ser juez y parte ante posibles conflictos de interés, por ejemplo el de la viabilidad del aeropuerto de Santa Lucía. Otra consecuencia de la política de austeridad es que los inspectores de la AFAC no contaban con suficiente equipo tecnológico y viáticos para hacer su trabajo.
Como ya lo decíamos las castigadas son las aerolíneas, quienes debido a esta nueva clasificación no podrán tener nuevos destinos en Estados Unidos, aunque sí mantendrán los que ya tienen. Es importante agregar que esta medida no afecta a los usuarios que quieran viajar a la Unión Americana de manera directa.
La afectación que sí tendrán los pasajeros será en el uso de las conexiones y convenios de aerolíneas nacionales con extranjeras ya que estos no podrán mantenerse, siendo en este caso la alianza de Aeroméxico y Delta Airlines la más afectada.
Además, esta situación complica el panorama que tenía Interjet para volverse a levantar, aunque sella los nuevos liderazgos en el sector como el de Volaris que ante el anuncio de la FAA emitió un comunicado en el que menciona que ya opera al 113 por ciento de su capacidad comparada con 2019, o sea antes de la pandemia, además de que su alianza con Frontier solo representa 0.4 por ciento de la ocupación de sus vuelos por lo que este tema no les impactará. Viva Aerobús y Aeromar tienen menos presencia en el mercado estadounidense.
Si hay algo que nos han demostrado las aerolíneas mexicanas en este último año es resiliencia y capacidad de adaptación a los cambios. Esperemos que en conjunto con el gobierno puedan recuperar la Categoría 1 con nuestro principal socio comercial y de esta forma apoyar el crecimiento de un sector vital para el desarrollo del país.
Felipe Calderón tuvo este mismo problema y le tomó poco más de cuatro meses revertir la situación, no es por comparar, pero, ¿cuánto tiempo le tomará a la 4T lograr regresarnos a Categoría 1? Pareciera que el tema del Aeropuerto ¿Internacional? Felipe Ángeles se podría ver comprometido. O quizá todo es un ‘compló’.