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Publicado en: https://www.elarsenal.net/?p=1026908

Por: Rubén Cortés.

 El gobierno de Biden no se convirtió en contrapeso del actual gobierno mexicano en temas de libertades, energía, justicia, ONGs, infiltración del Ejército en la vida civil; y tampoco se ven los límites que marcó el electorado en junio al poder unipersonal del presidente.

 La oposición política apenas sobrevive y, muy rápidamente, incumplió su promesa electoral de formar un bloque ante el autoritarismo tras las pasadas intermedias. Hoy está claro que PRI, PAN, PRD y MC no se mueven en la misma dirección.

 A la par, el panorama económico del país es un volcán en erupción: la inversión está al nivel de 2010; la construcción, al de 2005; el consumo, al de 2017; los precios son los más altos desde 1999, todo esto, según el Inegi. Muchos no lo ven hoy, pero eso estallará.

 El presidente mexicano puso un tapabocas a Biden, al centrar las relaciones en casi lo único del exterior que interesa a Biden: la migración masiva que cruza por México. Si Biden lo incordia un poco, descuida la frontera; y, si sino, la mantiene cerrada.

 La única relación realmente estratégica entre Estados Unidos y México es que México detenga migrantes. Ya no hay planes a largo plazo de integración en ciencia, tecnología, bases industriales, cadenas de suministro, ni en defensa de la democracia.

 Mientras, aquí adentro la olla de caldea. El estilo de gobierno basado en el ordeno y mando del presidente, por encima de la ley, provocó que 33 países dejaran de invertir en el país, con lo cual México dejó de captar seis mil 308 millones 700 mil dólares.

 Es tanto dinero el que se ha perdido por la inseguridad jurídica que existe en el país, que alcanzaría para construir otros dos aeropuertos civiles como el que construye el Ejército en Santa Lucía, con cuyas ganancias se quedará para pagarse sus pensiones.

 Según el propio gobierno, el principal socio comercial, Estados Unidos, dejó de invertir dos millones 86 mil dólares diarios. Alemania bajó 75 por ciento; Francia, 53; Japón, 46; India, 94; Noruega, 91. Hasta los aliados le bajaron: China, 17; y Rusia, 97.

 Un caso especial es España, país al que el presidente ataca a diario por culpa de Cristóbal Colón. Las empresas españolas dejaron de invertir 189 millones 700 mil dólares, porque perdieron la certeza de que su dinero pueda desarrollarse aquí.

 En medio, está se instalada la crisis de inseguridad: suman 107 mil 224 homicidios dolosos desde el 1 de diciembre de 2018 al 8 de diciembre de 2021. En igual periodo, el gobierno anterior registró 65 mil crímenes.

 Sí: esto es superado por las imágenes del tren que no es tren en Santa Lucia.

 Pero en algún la realidad aparecerá en primer plano. 

bto